miércoles, 7 de abril de 2021

La Casa de la Aduana

La Casa de la Aduana



La Casa de la Aduana es el único sitio histórico en Santa Marta que tuvo el privilegio de tener al Libertador Simón Bolívar tanto cuando estaba vivo como en una capilla ardiente, luego de su fallecimiento. Esta estructura arquitectónica es la primera que realizaron los españoles en América y está ubicada en el centro histórico de Santa Marta, sitio en el que fue fundada esta ciudad. A lo largo del tiempo ha resistido los embates de la historia, desde incendios hasta saqueos de piratas y corsarios que invadieron las costas samarias por más de doscientos años; y también ha desempeñado varias funciones a través del tiempo. Fungió como Casa de Gobierno, luego como consulado de aduanas y como Cámara de Comercio. Actualmente en este espacio funciona el Museo del Oro Tayrona, en la cual se muestra una colección de orfebrería y otros objetos de valor histórico, elaborado por estos indígenas precolombinos que habitaron la Sierra Nevada.

Museo del Oro Tayrona o Casa de la Aduana


Museo del Oro Tayrona, es el nuevo punto de encuentro de la cultura en Santa Marta y un complemento a la valiosa labor cultural y educativa Inaugurado en 2014, el Museo del Oro Tayrona Casa de la Aduana es el nuevo punto de encuentro de la cultura en Santa Marta y un complemento a la valiosa labor cultural y educativa que ofrece a los samarios la Biblioteca del Banco de la República. Una extraordinaria colección, una exposición que pone en contexto el patrimonio cultural y una hermosa casa colonial restaurada invitan a explorar el pasado y el presente de Santa Marta, del departamento del Magdalena y de la Sierra Nevada de Santa Marta."

Ubicación


La Casa de la Aduana, se encuentra al lado izquierdo del parque Bolívar, si se estas en la carrera primera o en el Camellón, enseguida de la Biblioteca del Banco de la Republica, más exactamente en la Carrera 2 con calle 14, Parque de Bolívar.

Horario de atención


Lunes: Cerrado

Martes a sábado de 9:00 a 17:00

Domingo: 10:00-15:00

Último ingreso: 30 minutos antes de la hora de cierre.

Que encontramos en este lugar


Museo del Oro Tayrona, El Museo, que cuenta con cuatro salas temáticas que fueron diseñadas con la participación de la comunidad, se constituye en uno de los atractivos culturales y turísticos más importantes del Caribe colombiano. El nuevo guion del Museo, a lo largo de cuatro salas, sociedades prehispánicas, la gente del Magdalena, Historias desde la Casa de la Aduana y Bolívar estuvo aquí, logra que las historias del pasado dialoguen con el presente para que los visitantes reconozcan y disfruten su patrimonio y diversidad cultural. De esta manera la herencia ancestral de las comunidades indígenas de la región se coteja con su diversidad actual y la riqueza cultural de los grupos humanos que habitan hoy el Magdalena se entiende a partir de la historia de la ciudad y la región. Historia que también se hace presente en las narraciones que cuentan las idas y venidas de la Casa de la Aduana y de sus sucesivos ocupantes; así como en el orgullo que sienten los samarios por la presencia de Simón Bolívar en su ciudad.

565 piezas reposan en el museo


Con 565 objetos, el Museo del Oro Tayrona, del Banco de la República, ubicado en la emblemática Casa de la Aduana de Santa Marta, abre sus puertas al público, en una apuesta por el fortalecimiento de la cultura y para permitirle a nativos y turistas tener un encuentro con la historia.


Tiene 471 piezas prehispánicas (207 de orfebrería, 86 de cerámica, 9 de hueso, 18 de concha y 151 de piedra); 53 objetos etnográficos y 41 coloniales, estos últimos encontrados durante las excavaciones arqueológicas que se realizaron en la Casa.


A través de sus exhibiciones permanentes y de su programación cultural, el nuevo Museo del Oro Tayrona – Casa de la Aduana, es un espacio vivo en Santa Marta, “un lugar de conocimiento, reconocimiento y fortalecimiento de la identidad de las personas del Magdalena’.

Recomendaciones


El acceso a la Casa de la Aduana es limitado debido al cuidado que demandan las colecciones, el personal puede suspender la entrada para evitar el sobrecupo. Nos reservamos el derecho de admisión. No se permite la entrada de animales, salvo perros que acompañan invidentes.

Su historia y sus mitos


La Casa de la Aduana de Santa Marta es el objeto más destacado del museo que ella misma contiene. Es también uno de los patrimonios más queridos por los samarios, símbolo de su identidad y de su historia. Enclavada en el centro de la ciudad colonial, la casa ha estado siempre rodeada de mitos y leyendas.

La casa más vieja de América


Muchos dicen que es la construcción más antigua aún en pie en la ciudad o incluso en el país. Otros suponen que en ella vivió el fundador de Santa Marta, Rodrigo de Bastidas, o que es la casa fuerte que en épocas de la Conquista levantó el gobernador García de Lerma como refugio de los españoles frente a los ataques de los indígenas. Casi todos saben que en ella estuvo el Libertador Simón Bolívar en los días previos a su muerte ocurrida en Santa Marta en 1830.

Excavaciones arqueológicas


Las labores de restauración desarrolladas por el Banco de la República entre 2010 y 2014 implicaron el estudio de la historia de la casa y la realización de excavaciones arqueológicas, con lo que se aclararon muchas dudas. Santa Marta, la ciudad más antigua que aún subsiste de las fundadas en la “Tierra Firme” del continente americano, en sus comienzos fue quemada muchas veces por piratas y tuvo que alejarse del mar. El Parque Bolívar no es entonces la misma plaza que inicialmente trazó Bastidas, donde con madera y palma hizo construir sus aposentos. Las excavaciones no hallaron huellas del fuerte de altas tapias que Lerma hizo levantar en barro, ni de otra construcción previa, y la historia aclara que la casa de dos pisos data de 1730, cuando los hermanos Domingo y Nicolás Jimeno la construyeron con dos plantas, como se la conoce hoy. Destacada por su altura en una ciudad que los viajeros del siglo XIX describen como de un solo piso, la prestigiosa casa fue dotada con una torre o minarete desde donde los hermanos comerciantes veían llegar los barcos al puerto, así como el cargue y descargue de sus mercancías.

Simón Bolívar, pasó una semana antes de su muerte


Luego de épocas de fausto y fiestas de ricas familias de hacendados y comerciantes, la casa fue en efecto sede de la Aduana del puerto, pero solo por un año, al final del período colonial, porque fue confiscada por la Independencia. Siendo patriota, la casa acogió al Libertador durante seis días antes de que por su enfermedad fuera trasladado a la hacienda de San Pedro Alejandrino, donde murió. Su velación tuvo lugar en el segundo piso, en la sala principal de la casa, que por cierto no es el espacio donde desde hace varias décadas la conmemoran las placas de mármol y las coronas de flores.

Sus nombres


Palacio Verde

Castillo de San Lázaro

Casa de la Aduana

Casa del Consulado

Comisariato de la United Fruit Company

Hotel Colonial

Museo del Oro Tairona

Museo del Oro Tairona - Casa de la Aduana

Historia de la casa


Cada casa tiene sus historias. La Casa de la Aduana recoge la memoria de Santa Marta y su región. Si pudiera hablar, nos contaría sobre conquistadores y piratas, sobre esclavos, curas y aguateros, sobre el movimiento del puerto y la producción del banano, sobre las familias, las instituciones, el comercio y hasta los pasajeros de hotel que la han habitado.


Mucha gente piensa que esta es la casa más antigua aún en pie en Colombia o Suramérica, y que fue la de Bastidas y García de Lerma. Pero los documentos históricos, al igual que la arqueología, dicen otra cosa.

La casa en los siglos XVI y XVII


Al fundar Rodrigo de Bastidas la ciudad, en 1526 o 1525, como, sostienen algunos, donde ya existía un asentamiento Tayrona, fijó la traza urbana en cuadrícula, delimitó la Plaza Mayor y repartió los solares, incluido el que ocupa esta casa, a quienes lo acompañaron en la empresa expedicionaria. En un costado de la plaza los religiosos Juan Rodríguez y Diego de Peñas construyeron en madera y paja la iglesia de Nuestra Señora de la Merced.

Su construcción


El tercer gobernador de Santa Marta, García de Lerma, ordenó en 1530 edificar en el marco de la plaza una Casa de Gobierno: una construcción fortificada, en ladrillo y tapia, con torre, y rodeada de murallas de piedra y barro. Fue lo único que se salvó del incendio del 26 de febrero de 1531.

Casas destruidas y saqueos en la ciudad


La mentalidad de saqueo y enriquecimiento de los invasores, la resistencia indígena y la piratería impidieron que Santa Marta pudiera crecer. Tan solo entre 1543 y 1779 la ciudad fue atacada por piratas en 46 ocasiones, dejando en ruinas las casas construidas hasta entonces en Santa Marta. La ciudad se reconstruyó cada vez y llegó a tener construcciones en materiales como el ladrillo, la piedra y la teja.

Castillo de San Lázaro 1817 a 1819.


En 1817 doña Ramona Oligós, viuda de José Nicolás Jimeno, hijo de Nicolás, vendió la casa al acaudalado alguacil mayor del Santo Oficio, Lázaro María de Herrera y Leyva, casado con la momposina, Tomasa Epalza de Hoyos, hija de la segunda marquesa de Torre Hoyos. Los nuevos dueños ampliaron los espacios de la segunda planta y pintaron la casa de verde para que se distinguiera en la ciudad. El “Palacio Verde” o “Castillo de San Lázaro”, fue uno de los sitios de reunión frecuentados por la alta sociedad samaria de entonces. En grandes fiestas, los anfitriones obsequiaban a sus invitados con música y viandas. Los salones del segundo piso fueron testigos de tertulias políticas en una época convulsionada.

Casa de la Aduana 1819 a 1855.


En agosto de 1819 el gobierno español instaló en esta casa la oficina de Aduanas y Contaduría del puerto: aquí se registraban las mercancías que entraban y salían por mar. Por eso se le conoce como “la Casa de la Aduana”.

Casa del consulado


Sin embargo, apenas un año después la casa fue expropiada al gobierno español por la llegada de la Independencia, que se dio en Santa Marta tras la batalla de Ciénaga el 10 de noviembre de 1820, una de las más cruentas batallas del Caribe colombiano. Entre 1823 y 1825 tuvo su sede aquí una oficina del Consulado de Cartagena, un tribunal que atendía asuntos comerciales con el estado vecino, por lo que también fue llamada “Casa del Consulado”.

Bolívar, enfermo y fue velado en esta casa


El 1 de diciembre de 1830, el gobierno de la nueva República de Colombia recibió al Libertador Simón Bolívar, enfermo, en esta casa. El 6 de diciembre fue trasladado a la hacienda de San Pedro Alejandrino, de propiedad de Joaquín de Mier, donde falleció. Regresó a la casa para ser velado entre el 18 y el 20 de diciembre, probablemente en la sala más grande del segundo piso que era la sala principal.

Propiedad de la familia de Mier 1855 a 1910.


En 1855, Manuel Julián de Mier, hijo del comerciante y terrateniente Joaquín de Mier y Benítez, compró la edificación al gobierno en subasta pública por 4.000 pesos. Era dueño de varias casas en la ciudad y en 1870 que luego la vendió a su yerno, José Alzamora.

Para usos comerciales al Museo del Oro en el siglo XX


En 1910 la casa es arrendada a la United Fruit Company: la empresa bananera norteamericana instaló aquí el comisariato y sus oficinas hasta cuando en la década de 1920, la edificación fue comprada por José María Leyva, hijo extramatrimonial de Manuel Julián de Mier.

Hotel Colonial


El siguiente propietario alquiló la casa a entidades como el Banco de Colombia (1944), la Contraloría Departamental (1947) y Avianca (1949). Entre 1956 y 1958, el internado del colegio San Luis Beltrán funcionó en el segundo piso y el prefecto de disciplina dormía en el minarete. En 1959 fue ocupada por tres negocios diferentes: en el primer piso, por el Bar el Chicote y Taxader (Taxi Aéreo de Santander), y en el segundo piso, por el Hotel Colonial.

Museo del oro Tayrona


Declarada Monumento Nacional en 1970, la Casa de la Aduana pasó tres años más tarde a ser propiedad de la Nación. En 1979 el Banco de la República la adquirió para albergar el Museo del Oro Tairona.

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